¿POR QUÉ MAMITA?
No me mates tú, mamita
no me mates por favor,
¿Por qué no me quieres mamita?
si tanto te quiero yo;
acaso te acechan dudas,
reproches, vergüenza o censuras;
llena estás de temores,
no me quieres conocer,
estoy muerto de miedo
por lo que me pueda pasar;
¡Como quiero que me quieras!
me amamantes, me acaricies,
me acurruques en tus brazos,
me cantes el arrorró.
Si María y Jesús tanto me aman
seguro te ayudarán
y aprenderás a quererme…
Prometo ser un buen niño
devolverte ese cariño;
te sentirás orgullosa
de haberme ayudado a crecer
de tu mano iré a pasear;
nunca te olvidarás
la inmensa dicha sentida
cuando por primera vez te diga MAMÁ.
Noemí Giampietro de Stroppolo