Edición N° 302 - 5
Edición N° 302 - 5

La Sociedad Argentina de S. M. “Estanislao S.” Zeballos inauguró el domingo 11 de Julio de 1937 su sede social.

La Sociedad Argentina de S. M. “Estanislao S.” Zeballos inauguró el domingo 11 de Julio de 1937 su sede social.

Resumen: La Sociedad Argentina de S. M. “Estanislao S. Zeballos” fue creada 7 de octubre de 1923 y su primer presidente fue Antonio Abitante. La primera reunión fue en el Teatro Casado. Su estatuto quedó aprobado el  23 de noviembre de 1923, El 11 de julio de 1937, se inaugura su nueva sede en calle

Resumen:

La Sociedad Argentina de S. M. “Estanislao S. Zeballos” fue creada 7 de octubre de 1923 y su primer presidente fue Antonio Abitante. La primera reunión fue en el Teatro Casado. Su estatuto quedó aprobado el  23 de noviembre de 1923,

El 11 de julio de 1937, se inaugura su nueva sede en calle Entre Ríos (hoy Fray Luis Beltrán) esquina Sarmiento, siento su presidente Marcos Moroni,

Las señoras Ana Rosa Blotta de Lange y Victoria Blotta de Obelar, donaron el terreno para plantar su edificio social.

El objetivo de la Sociedad Argentina era el Socorro Mutuo, era llevar a los socios, además la asistencia médica y de farmacia completamente gratuita, además del mutualismo, la divulgación cultural. 

En 1935 se construyó el panteón social bajo la presidencia progresista de don Juan Rouiller, completando con esta medida unos de los fines fundamentales del Socorro Mutual.

En 17 de Julio de 1937 se inaugura su sede en la calle Entre Ríos (hoy F. L. Beltrán) y Sarmiento, bajo la presidencia de Marcos Moroni. El edificio  incluía salón para secretaría, toilette, pista de baile, kioscos y casa para el conserje.

En 2024, existe un proyecto inmobiliario en esa esquina.

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a continuación la crónica textual:

Publicado el 17 de Julio de 1937 – LA VOZ DEL PUEBLO –  Pág. 3 

17 de Julio de 1937 – LA VOZ DEL PUEBLO –  Pág. 3

La Sociedad Argentina de S. M. “Estanislao S.” Zeballos inauguró el domingo 11 su sede social.

 LOS ACTOS REALIZADOS ALCANZARON LUCIDOS CONTORNOS

Revistió, desde todo punto de vista, proporciones destacadas, la fiesta que la Sociedad Argentina de S. M. “Estanislao S. Zeballos” que se realizó el domingo pasado (11/07/1937) para inaugurar las Obras recientemente levantadas en el terreno que posee en calle Entre Ríos (hoy Fray Luis Beltrán) y Sarmiento, y las obras que consisten en salón para secretaría, toilette, pista de baile, kioscos y casa para el conserje.

Poco después de las 9 horas, comenzó a “reunirse público en el lugar de la inauguración, siendo ocupada la pista y sus alrededores por una concurrencia tan crecida que debió de volcarse hasta las afueras de las instalaciones de la Sociedad sobre las calles Entre Ríos y Sarmiento, público que, desde allí, siguió con interés el desarrollo de los actos. Llegados los miembros de la comisión directiva de la institución y las señoras y señoritas que integran la actual comisión de damas que han tenido actividad en pro de la sociedad, ya sea en las anteriores comisiones o bien prestado su colaboración en los festivales antes realizados.

Era destacado, por lo tanto, el aspecto que presentaba la fiesta, realzada por damas y caballeros de nuestra sociedad y la presencia de autoridades locales.

La distribución de medallas conmemorativas de tan destacada fecha para la Sociedad Argentina, estaba a cargo de la comisión de damas que preside la señora Anita S. de Caravaca Pazos, que, con diligencia poco común, llevaba entusiastamente su misión.

Los miembros de la comisión directiva con su presidente a la cabeza, señor Marcos Moroni, ponían en toda ocasión cuanto estuviera de su parte para que la concurrencia gozara de comodidad y bienestar en la reunión que ha dejado recuerdos imborrables, por lo grato, en el espíritu de cuantos participaron. El auspicio que esta fiesta ha recibido de parte de autoridades, público e instituciones casildenses, prueba evidentemente del arraigo que disfruta la Sociedad Argentina de S. M “Estanislao S. Zeballos” dentro de su seno y habla a las claras de la satisfacción producida por el adelanto que significa la inauguración de obras de la naturaleza anunciada. Y es que la entidad que nos ocupa, ha dado en firme un paso progresivo que la destaca y dice de la actividad y buena predisposición de sus dirigentes para llevarla al terreno actual. Está en claro que sus fundadores, entre los que podríamos citar en primer término a los señores Antonio Abitante y Alejandro Tisera López, tuvieron visión perfecta del alcance de su iniciativa y supieron, por eso, con los demás caballeros que les secundaron en los momentos iniciales, dotarla de cimiento sólidos, sobre los cuales han continuado edificando su progreso los miembros de la comisión directiva que les han sucedido, adelanto que ha culminado en su primera etapa, diremos así, domingo último, por los componentes de la comisión directiva actual.

Meritoria y plausible, por supuesto, es la actuación de los socios que, en las directivas de la institución, han bregado por su acrecentamiento, y bien merece consignarse como nota de relieve, el grano de arena que las damas formadas en comisión han puesto en el levantamiento de esos prestigios durante catorce años que lleva de subsistencia la sociedad. Del conjunto de damas que han hecho méritos de la entidad, por el aporte de sus entusiasmos de sus actividades, es digno de hacer notar el gesto magnífico de desprendimiento y cariño hacia la Sociedad Argentina de S M, tenido por las señoras Ana Rosa Blotta de Lange y Victoria Blotta de Obelar, que donaron gran terreno donde la institución ha comenzado a plantar su edificio social y cuya primera parte ha inaugurado.

A las 11 horas, la orquesta que dirige el maestro Señor Malfassi, hizo oír los acordes del Himno Nacional, que la concurrencia coreó y aplaudió a su terminación. Los boys scouts que dirige el señor Enseñat, que llegaron antes de entonarse la canción patria, ejecutaron algunos de sus ejercicios  y tocaron también su banda lisa, recibiendo el aplauso del público.

De inmediato el presidente de la Sociedad Argentina de S. M., señor Marcos Moroni que estaba en el proscenio de la orquesta conjuntamente con un núcleo de damas, el intendente municipal José Marchessi, secretario municipal señor Juan C. Sugasti, miembros de la comisión directiva y otros vecinos caracterizados, ocupó un lugar frente al micrófono y pronunció el discurso que publicamos enseguida, recibiendo al final una salva de estruendosos aplausos.

 El Señor Moroni dijo:

“Señoras y señores, en mi carácter de Presidente de la Honorable Comisión Directiva de la Sociedad Argentina de S.M. “Estanislao S. Zeballos”, me es altamente honroso dirigiros la palabra para traducir por intermedio de ella, la inmensa satisfacción con que sus asociados ven realizar unos de sus más caros propósitos: Su sede social, construida por sus propios medios. Proyecto acariciado durante muchos años, se ha convertido hoy en una hermosa realidad gracias al esfuerzo desinteresado y patriótico de los socios que siempre tuvieron la visión del porvenir y la fe en la capacidad del pueblo de nuestra ciudad para comprender cuando una obra es grande, cuándo una obra es noble y cuándo es necesaria. La Sociedad Argentina, señores, surgió por iniciativa de un grupo de respetables vecinos, inspirados por los consejos sanos y patrióticos de nuestro querido y primer consocio y que fuera también el primer presidente de su Comisión Directiva, don Antonio Abitante. Fue fundada el 7 de octubre de 1923, sin más caudal que una gran voluntad de hacer el bien, sin más reservas que una gran fe en el porvenir ; y así fue que a partir de esa fecha memorable nuestra sociedad, fundada con fines mutualistas se involucra sentimientos humanitarios y patrióticos como dice su acta de fundación, marcha paso a paso una vida de progreso sin cesar, contando siempre con el esfuerzo desinteresado de sus comisiones directivas y la cooperación de los vecinos de Casilda que ven con simpatía la obra magna y altamente patriótica que ella realiza.

Llegar a esta situación no ha sido señores, tarea fácil. Nuestra sociedad ha tenido en sus casi 14 años de existencia, muchos contratiempos y muchas dificultades, especialmente de órden económico, pero todos esos inconvenientes fueron venciéndose paulatinamente gracias a los sacrificios y al buen sentido de sus diversas comisiones directivas que supieron contar siempre con el auspicio popular, que a la vez de ser su mejor censor fue también su mejor estímulo.

Logró cumplir religiosamente con su finalidad primordial, la del Socorro Mutuo, llevando a los hogares honestos todo el alivio que representa la asistencia médica y de farmacia completamente gratuita, sin una queja, sin un reproche, sin más restricciones que las impuestas por otras sociedades similares de mas años de existencia, obligados por la crisis económica reflejada en todos los órdenes de nuestra vida de relación.

Logró mantener y estimular el espíritu patriótico de nuestra población realizando impecablemente los festejos de los días patrios con devota argentinidad, que mereció el auspicio de los poderes públicos de esta ciudad haciéndose acreedora de su confianza. Contribuyó a fomentar y colaboró desinteresadamente en cuanta obra de bien se realizó en estos años en nuestra ciudad, dando así la impresión de la comprensión exacta de sus designios y de la voluntad firme de ser útil a la sociedad de Casilda, tan merecedora en su acción bienhechora y altruista. Construyó en 1935 su panteón social bajo la presidencia progresista de don Juan Rouiller, llenando con esa medida unos de los fines fundamentales del Socorro Mutual con los ahorros que progresivamente y hoy señores, como levanta este hermoso edificio, aún incompleto, pero que llenará las necesidades primordiales para ofrecerle al pueblo de nuestra querida ciudad, por intermedio de sus asociados que ven culminar la más grandes de sus aspiraciones, ya que la Sociedad Argentina es también del pueblo de Casilda.

Señores: No podría inaugurar esta casa, sin antes recordar el gesto benemérito de dos distinguidas damas, que, en su hora oportuna, con un corazón impregnado de humanitario sentimiento y con un altruismo de auténticas Argentinas, tuvieron al donar gran parte del terreno donde se levanta esta casa, para que fuera asiento de su sede social, y la Sociedad Argentina se hace un deber ineludible estampar con caracteres indelebles, en un bronce incrustado en sus paredes, los nombres de Ana Rosa B. Lange y Victorina L. B. de Obelart, como benefactoras de nuestra querida Sociedad. También al dejar inaugurada nuestra casa, quiero recordar con cariño los nombres de los señores Antonio Abitante, Alejandro Tisera López, Gregorio Tisera López, Carlos Coda, Javier Raffo, Isidro Cornejo, Héctor M. Lagos, Arsenio Rivera, Feliz Acevedo, Alfonso Guffanti, Fortunato Deus, L. Arturo Cortés, Eduardo Eusevi, Hugo Mac Goul y Amalio Tacchino, socios fundadores que muchos de ellos aquí presentes, han de tener la satisfacción de ver cumplido, en gran parte, su propósito inicial.

Agradezco las distinguidas damas, bella expresión de nuestro éxito social, su presencia en este acto, con que engalana la fiesta e impregnan el ambiente con el perfume exquisito de singular cultura. A las sociedades, italiana y española, legítimamente representadas por los distinguidos miembros de sus respectivas autoridades, porque dan realce al acto y estimula nuestra acción.

Declaro pues, inaugurada oficialmente nuestra sede social y hago votos para que la prosperidad de la Sociedad Argentina de S.M. “Estanislao S. Zeballos”, sea la antorcha que ilumine siempre su camino para el bien del pueblo de Casilda. He dicho”.

Acalladas las ovaciones, el sr. Antonio Abitante, primer presidente que tuviera la Sociedad Argentina de S.M. “Estanislao S. Zeballos”, hizo oír sus palabras en una alocución que se recibió al terminar en medio de calurosas palmadas.

El señor Abitante dijo:

Señor Presidente, señores socios fundadores, señoras y señores:

Es grato a mi espíritu asistir a este acto emocionante, que señala una etapa” interesante para esta institución a través de luchas y obstáculos vencidos.

«Las frases que acaba de pronunciar el presidente señor Moroni, han traído a mi memoria, el pasado de esta entidad que me tocó vivir, conjuntamente con los que abrazaron entusiastamente la idea que es hoy realidad hermosa y palpable.

Con una claridad de buena fotografía veo aquella mañana del día 7 de octubre de 1923, en que esos corazones solidarizados en el propósito de dar a los argentinos de Casilda, un refugio generoso, se reunieron en el anexo del teatro Casado, para orientar la labor que nos habíamos propuesto: crear una Sociedad Argentina de Socorros Mutuos. Permítaseme estimularlos porque lo merecen, a los ciudadanos, señores: L. Arturo Cortés, Héctor M. Lagos, Ambrosio. C. Luraschi (q. e.p. d); Gregorio y Alejandro Tisera López, Fermín O. Machado, Francisco Martegani, Carlos Calligaro, Javier Raffo, Juan Riva (hijo), José A. González, José F. Pejez; y si me permiten, he de incluir también mi nombre, porque la historia que estoy trazando quedaría incompleta.

Fácil seré para vosotros establecer el número para muchos fatídicos del 13; pero la oportuna presencia del señor Eustasio Ruiz, rompió la posible mala suerte.

Había entre ellos, jóvenes movidos ya por nobles ideales, en un deseo de superarse intelectualmente y creyeron oportuno ejercer, además del mutualismo, una función de divulgación cultural. Y entre ellos, un miembro mantiene hoy sus ideales con el cariño de entonces: me refiero a nuestro poeta local, mi distinguido amigo el señor Héctor M. Lagos.

Por eso sus estatutos, en artículos iniciales, el número III, dice: “El objeto de esta sociedad, es fomentar la mutualidad entre sus asociados, propender, por todos los medios posibles, a arraigar los hábitos de economía y provisión, como así mismo enaltecer el sentimiento nacionalista y auspiciar manifestaciones culturales”. Quiero destacar en este día, ya que estamos haciendo algo así como una compulsa de la labor realizada, toda la trascendencia que tiene este solo artículo. Dentro de los pocos renglones, encierra un enorme deseo de mejoramiento social.

Es preciso señores, haber sentido profundamente la necesidad de terminar con la indiferencia del ambiente en que vivía aquel grupo entusiasta de 1923.

Pensaron en fomentar la mutualidad y pusieron los ojos más lejos aún y mediante ese programa de ayuda mutua, que es un hecho material y práctico, de inmediato pusieron su proa hacia la multiplicación de las manifestaciones de cultura, porque ya su propia vida les exigía esas selecciones para el espíritu.

Siguiendo esta recordación, diré que el día 23 de noviembre de 1923, la comisión formada por los señores Lagos, Tisera López, Machado, Raffo y el que tiene el honor de hablarles (Abitante), presentan la reglamentación encomendada, la que merece la aprobación de la magna Asamblea General.

Pero mi espíritu de ciudadano, culmina en su emoción, al evocar el momento en que, sin duda, la voz de la justicia le dictó el nombre glorioso de Estanislao Severo Zeballos, para bautizar a la joven institución con el nombre del gran patriota e insuperable internacionalista que acabo de nombrar y cuya muerte en esos días (4 de octubre de 1923), había enlutado a la América toda.

En mi carácter de primer presidente y a manera de homenaje nombraré a los que me acompañaron en las horas difíciles, como son todos los primeros tramos de las sociedades recién formadas. Componían la primer Comisión Directiva los siguientes Señores: Alejandro y Gregorio Tisera López, Ambrosio C. Luraschi, Carlos E. Coda, Javier Raffo, Isidro Cornejo, Héctor M. Lagos, Arsenio Rivera, Félix E. Acevedo, Alfonso A. Guffanti, Fortunato Deus, Jerónimo Dall’ Orso (q.e.p.d.), Hugo A. Mac Goul y Amalio Tacchino.

Después de catorce años quiero hacer llegar hasta ellos los reflejos de esta emoción que estoy viviendo.

Frente a esta sobresaliente realidad que estáis contemplando, quiero también destacar el compromiso que a todos nos comprende y que significa la obligación de ir mucho más allá todavía. No termina aquí el propósito conseguido, vale decir, no dormir sobre la suavidad de los laureles conquistados.

Cedo el ejemplo que han sentado todas las comisiones que sucedieron a aquella primera. Supieron recoger el santo y seña con el honor y el patriotismo de hombres bien intencionados; salvaron con éxito los naturales inconvenientes y aportaron, sin excepción, lo mejor de sus esfuerzos, y en este día quiero agradecer a todos aquellos que han contribuido con su grano de arena en bien de la institución, señores: Sebastián Ceresa, Oscar del Rosario Álvarez, Fermín Machado padre (Q.E.P.D.) señoras Ana Rosa B. de Lange y Victorina de Obelar, Magno T. Torres (q. e. p. d.), María Esther Machado, Marcos Censi y muchos otros que escapan a mi memoria; por eso para todos ellos incluidos damas selectas que trabajaron con tesón, niñas que dieron la claridad de su entusiasmo y caballeros que al margen de su labor robaron horas al descanso y sueño, pido para todos ellos el aplauso de esta selecta concurrencia. He dicho.

Por pedido de las señoras Ana Rosa Blotta de Lange y Victorina Blotta de Obelar, el escritor casildense señor Héctor M. Lagos, dirigió la palabra para agradecer en nombre de estas damas, los conceptos que se habían vertido para sus personas, por cuanto habían realizado en pro de la Sociedad. El señor Lagos, sobrio y elocuente, cumplió su misión con el acierto que le es característico, haciendo una improvisación, de forma y de fondo, que le mereció un aplauso unánime.

Terminada esta parte del acto que dio por inauguradas las obras, la concurrencia fue invitada al vermut de honor, donde autoridades de la ciudad, miembros de la comisión y socios de la entidad, así como conocidas damas, vecinos caracterizados y público en general, participaron de tan felices momentos. La orquesta ejecutó algunas piezas bailables que fueron aprovechadas por la juventud. También se dedicó un vals para la comisión de damas y caballeros, que en su mayoría formaron parejas, rindiendo culto a Terpsícore.

Con esto terminó el programa de la mañana, invitándose al público a concurrir a la fiesta bailable de la tarde que se iniciaría a las 15 horas.

Antes de la hora prefijada para el comienzo del baile, en la pista de la Sociedad Argentina de S. M. que se inaugurara por la mañana, ya se encontraba una concurrencia extraordinaria, de manera que la orquesta dio comienzo a su labor, la danza se reinició con un entusiasmo que no decayó hasta ya entrada la noche.

Ha dejado esta fiesta, entre las personas que han participado de ella, un bello recuerdo y en los dirigentes como en la comisión de damas, la intensa satisfacción de haber escalonado con éxito un nuevo jalón de adelanto para la institución.

La comisión directiva de la Sociedad Argentina de S. M. “Estanislao S. Zeballos” que le ha cabido el honor de la materialización de las obras que ha inaugurado el domingo pasado, para lo que puso sus más caros esfuerzos y actividad, la integran los señores: Presidente, Marcos Moroni; Vice, Sebastián Ceresa; secretario Fernando Penovi; pro, Eduardo J. Pellegrino; tesorero, Santiago Pozzi; pro, Antonio Abitante; vocales: Antenor A. Cortés, Abel George, Edmundo J. Franco, Ricardo Censi, Armando A. Biagione y Antonio Prokopovicz; suplentes: Juan C. Marelli, L. Arturo Cortés y José M. Echarre; revisadores de cuentas: José A. Ferrario y Eduardo Díaz.

 En cuanto a la comisión de damas actual, la integran las señoras y señoritas siguientes: Presidentas honorarias: Ana Rosa B. de Lange y Victorina B. de Obelar.

Presidenta, Ana S. de Caravaca Pazos; vice, Josefina de Machado; secretaria, María Esther M. de Censi; pro, María L. Rivero; tesorera, Luisa P. de Noguerol; pro, Francisca M. de Berrini; vocales: Enriqueta C. de Viale, Irma M. de Moroni, Ángela Spesot de Cortés, Dora de Penovi, Ángela de Ceresa; María T. Comesaña, Adela Papávero, María E. Machado, Herminia Vignolo, Sara y Leonor Cova, Elbia George, Romy Rivero, Emilia Comba, Clotilde Lagos, Adelina Cortés, Avelina Gambini, María L. Santander, Mafalda Nicolini, Ana R. Lange, Elva Sánchez, Gela Fasoletti, Hilda Costa, Italia Foresi, Amanda y Haydée Caravaca.

Las obras inauguradas por la Sociedad Argentina han sido levantadas bajo la dirección del arquitecto señor Paulino Lóttici (h).

Pie de fotos:

  • Vista de la nueva sede de la Sociedad Argentina de S. M. “Estanislao S. Zeballos” en el momento de su inauguración.
  • Marcos Moroni – Presidente 1937
  • Antonio Abitante – Primer Presidente 1923.
  • Foto tomada también en el acto inaugural desde el interior de las instalaciones.

 

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