Las banderas nacionales.

Desde 1810 comenzó en buena parte de Sudamérica un largo proceso de marchas y contramarchas que tenían como fin emanciparnos de España, pero también, buscaban establecer cuáles serían las nuevas entidades políticas que reemplazarían la dominación y sobre que ideas políticas, sociales, económicas y religiosas, lo harían.
Al inicio de este proceso la Sudamérica española estaba dividida en tres virreinatos: el de Nueva Granada, el del Perú y el del Río de la Plata y dos Capitanías Generales: la de Chile y la de Caracas.
En tan extenso territorio era imposible que hubiera unanimidad de criterios y de intereses. Al calor de los acontecimientos fueron surgiendo distintos Estados de más larga o más corta vida, hasta que el mapa quedó como lo conocemos hoy. Cada uno de estos proyectos de país, generó sus propios emblemas que buscaban distinguirlo de los otros.
Nuestro microcosmos santafesino no fue ajeno a este proceso.
El 25 de mayo de 1810 comenzó para esta parte del continente este proceso. En Buenos Aires se forma una Junta de Gobierno que busca heredar del Virrey depuesto, el control sobre todo el virreinato.
El 27 siguiente, la Junta emite una circular por medio de la cual se le comunica a los pueblos del interior de los sucesos acaecidos en la ciudad de Buenos Aires y se les requiere que designen y envíen sus diputados a la misma, estableciéndose que tales representantes han de ir incorporándose a la Junta de Gobierno en el orden que llegaran a la capital.
En Santa Fe las noticias son recibidas con beneplácito y el 2 de julio (luego de algunas discusiones sobre cómo encarar la elección) el cabildo abierto de la ciudad eligió como diputado a Juan Francisco de Tarragona.
Sin embargo, pronto se desgastó la buena predisposición mostrada por los santafesinos ante la revolución. El motivo principal fue la poca participación que tuvieron los pueblos del interior en las decisiones políticas y, más importante, que los gobernantes venían nombrados desde la capital sin atender a los intereses de los lugareños.
De manera muy clara, se veía que Buenos Aires buscaba crear un Estado centralista dirigido desde la ex capital virreinal.
Los primeros pasos fueron dubitativos. Estando en Rosario, Manuel Belgrano, uno de los hombres más esclarecidos y comprometidos que dio la Revolución, decidió crear una bandera para la nueva patria que nacía, de color celeste y blanco el 27 de febrero de 1812. Su uso fue prohibido por el 1º Triunvirato. No obstante, apenas caído este, los gobiernos siguientes, influidos por las ideas independentistas de la Logia Lautaro, permitieron el uso de esos colores, en especial para identificar a las tropas. Tal es así que desde 1813 el celeste y blanco era ampliamente usado como emblema de la emancipación en ciernes.
Se entiende entonces, que una bandera celeste y blancadebió flamear en Santa Fe, desde la caída del 1º Triunvirato mientras duró la obediencia a Buenos Aires y los go-bernadores fueron enviados desde esa ciudad. Esto sería desde 1813 aproximadamente hasta abril de 1815 con un último período entre setiembre de 1815 y marzo de 1816.
Como se señaló, la capital, mantuvo un sistema político unitario que dejaba sin poder de decisión a los pueblos. Esto fue generando rechazo en varios territorios, especialmente en el Litoral. El más importante va a ser la Banda Oriental (hoy República Oriental del Uruguay) en ella comienza a consolidarse la figura de José Gervasio Artigas, quien levantará la idea del federalismo frente al centralismo porteño. Así surgen los “Pueblos libres” a los que nuestra provincia se sumará en 1815 cuando se nombre gobernador a Francisco Antonio Candioti, tras la salida del ultimo gobernador porteño Díaz Vélez.
Esta nueva entidad política tenía también un claro objetivo de consolidarse como Estado. Tal es así que durante ese año de 1815, realizó un Congreso, conocido como “Congreso de Oriente” en Arroyo de la China (Hoy Concepción del Uruguay) y en él aprobó su bandera y se cree que declaró su independencia, aunque no todos los historiadores acuerdan si fue así.
De cualquier modo, la existencia de la bandera de Artigas o de la “Libertad” si está perfectamente documentada.
No es otra que la de Belgrano pero con el añadido de un festón rojo punzó en diagonal (color emblemático del federalismo argentino).
Sobre esto cabe mencionar que para muchos historiadores, esta bandera fue enarbolada por primera vez en Santa Fe. Consideran que en la que Artigas izó por primera vez en su campamento, el 11 de enero de 1815, la disposición de los colores era distinta a la tan popular de la diagonal roja, que fue izada en Santa Fe el 3 de abril de ese año.
Tras lo expuesto podemos extraer algunas consideraciones.
Existieron dos proyectos de país, ambos tuvieron su respectiva bandera y es muy probable que ambas fueran izadas por primera vez en territorio santafesino. Una, no hay duda, en Rosario el 27 de febrero de 1812. La otra en Santa Fe el 3 de abril de 1815 aunque en esto último no acuerdan todos los especialistas.
Finalmente, la bandera de Belgrano fue nuestro distintivo entre 1813 y 1815, la otra, la de “Los Pueblos Libres” lo fue hasta comienzos de 1821.

Profesor Hugo Miori.
Museo y Archivo Histórico Municipal “Don Santos Tosticarelli”