Durante la semana, personal del departamento Tránsito realizó diversos operativos de control vehicular en diferentes puntos de la ciudad, con el objetivo de concientizar, prevenir y sancionar, buscando mejorar el tránsito en Casilda. Además, en la madrugada del domingo se realizaron los habituales controles de alcoholemia, esta vez, sobre Ruta 33. En los operativos que
Durante la semana, personal del departamento Tránsito realizó diversos operativos de control vehicular en diferentes puntos de la ciudad, con el objetivo de concientizar, prevenir y sancionar, buscando mejorar el tránsito en Casilda. Además, en la madrugada del domingo se realizaron los habituales controles de alcoholemia, esta vez, sobre Ruta 33.
En los operativos que se llevaron a cabo entre el lunes 12 de marzo hasta este domingo 18 de marzo, se controlaron 386 vehículos, entre autos y motos, se labraron 33 actas de infracción y se secuestraron 7 vehículos, de los cuales 3 eran automóviles, y las 4 estantes eran motocicletas.
Las causas de los secuestros son escapes adulterados, conducción de menores de edad, conducción sin casco, y vehículos sin patente y sin documentación.
Además, en la madrugada del domingo 18 de marzo se realizaron controles de alcoholemia sobre Ruta 33, con la colaboración de personal de la Unidad Regional IV, de la Agencia Provincial de Seguridad Vial, y de la Policía Vial. Se hicieron 65 mediciones, de las cuales sólo 2 superaron el valor permitido para conducir, siendo de 0.82, y 1.00. Se labraron 5 actas de infracción, y se secuestraron tres automóviles.
Es de destacar que el límite de alcohol en sangre sancionable para automovilistas es de 0.50, para los motociclistas es de 0.20, mientras que para el transporte público de pasajeros, sean colectivos o taxis, es de 0.
La intención de la Municipalidad de Casilda con estos controles es cuidar el bien más preciado de sus ciudadanos, que es la vida, tanto de los que se conducen en vehículos como también de los peatones que puedan ser víctimas de conductores alcoholizados. El no dejar seguir a conductores alcoholizados previene siniestros y sus consecuencias.
El llevar adelante estos controles es una política de estado que continuará en el tiempo, siempre pensando en la seguridad de la ciudad, en la seguridad de su gente y en CUIDAR LA VIDA.
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