Edición N° 272 - 5

La música y la amistad van en sintonía.

La música y la amistad van en sintonía.

En ocasiones me cuestiono acerca de la amistad. Entonces recurro al famoso google y busco “amistad”.  Al dar clic, salta la definición de: “Nombre femenino. Relación de afecto, simpatía y confianza que se establece entre personas que no son familia. Conjunto de personas con las que se tiene este tipo de relación». Seguidamente tipeo «música»

En ocasiones me cuestiono acerca de la amistad. Entonces recurro al famoso google y busco “amistad”.  Al dar clic, salta la definición de: “Nombre femenino. Relación de afecto, simpatía y confianza que se establece entre personas que no son familia. Conjunto de personas con las que se tiene este tipo de relación».

Seguidamente tipeo «música» en el mismo buscador y nos muestra la siguiente definición: “Arte de combinar los sonidos en una secuencia temporal atendiendo a las leyes de la armonía, la melodía y el ritmo, o de producirlos con instrumentos musicales”. Definiciones demasiado frías para quien suscribe.

Estas dos simples palabras son importantes para el ser humano, ya que ambas nos “tocan el alma” y en muchos casos como el mío, transforman la vida y la hacen más placentera.

La amistad para mí, es una forma de vida y no sólo de un día. La amistad es el único capital que va a perdurar luego de nuestra vida terrenal. Es una como una «planta» que deben regar dos o más personas.

El verdadero amigo siempre está, para lo que sea. Muchas veces te hace enojar, reflexionar, y muchas otras te hace emocionar con su palabra, con su abrazo, o reir con alguna anécdota o  acompañarte en momentos duros, que todos los tenemos. Es ese «hombro» que sabes que te podés apoyar, sabiendo que el tuyo cumple la misma función para él.

El verdadero Amigo, es así con mayúsculas y son contados con los dedos de una mano. Él se pone contento si te va bien y le duele cuando sucede lo contrario.

Muchas veces no está presente todos los días por razones de la vida, o por que vive en otra ciudad, o por su trabajo, pero siempre está en donde debe estar, en tu pensamiento, en tu corazón.

La amistad es una canal de ida y vuelta, ya que si va en un solo sentido deja de ser amistad y pasa a tener otro nombre la relación que se puede definir como aprecio. Es como un escalón por debajo.

 El amigo es el hermano elegido.  Él no es de tu sangre, pero actúa como si lo fuera. La magia de la amistad es que ese mismo sentimiento debe ser de ambos y al mismo tiempo.

Algo parecido pasa con la música. En mi caso, también es parte de mi “culto”.  Escuchar música me alegra el alma y dependiendo de mi estado, la variedad musical es amplia, pero preferentemente me gusta escuchar temas de los 80, 90, (Roger Hudgson, Queen, Phil Collins, Peter Cetera); son mis elegidos. En lo nacional Charly, Baglietto, Mercedes Sosa, Fito, Jairo, entre otros. También escucho mucho New Age como Enya, Emma Shapplin, Sarah Brightman, instrumentales, clásicos y algo de tango.

Observo que la palabra amistad contiene algo de música, no solo por incluir la nota “mi” de la escala musical, sino que al pronunciarla, a uno se le llena el pecho de alegría. Al nombrarla para aquellos que la cultivamos, sabemos que también va en ritmo y a tiempo como una verdadera armonía.

Quién no le dijo a un amigo algunas frases de temas como “Nada como ir juntos a la par y caminos desandar, el honor no lo perdí es el héroe que hay en mí nada como ir juntos a la par”, ó como “Quien dijo que todo está perdido, yo vengo a ofrecer mi corazón”, entre tantas otras.

Como sabemos, este año 2020 nos trajo muchas pruebas y algunas muy duras. Nos prohibieron juntarnos, abrazarnos, besarnos, compartir un mate, para evitar un virus que se expandió a nivel mundial. Estas costumbres tan argentas se sienten y mucho, se extraña y duele. Es como dice Lerner “Qué difícil se me hace Mantenerme en este viaje;  Sin saber a dónde voy, en realidad”, o lFabi Cantilo “Estoy vencida porque el mundo me hizo así, no puedo cambiar, Soy el remedio sin receta y tu amor, mi enfermedad”

La música domina a las fieras, y los amigos son los que se acuerdan de llevarte esa música.

Es la música que te alienta, te emociona, te sostiene y te llena el alma, como lo hacen los verdaderos amigos, que son como el sol que, “aunque no lo veamos, siempre está” .

Feliz Día, los quiero mucho.

Javier Cortés.

 

 

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