Edición N° 275 - 5

Crónicas del año 1907. Casilda – Ciudad

Crónicas del año 1907.  Casilda – Ciudad

Crónicas del año 1907. Por Federico Antoniasi               El año 1907 quedará marcado, en la historia de Casilda, como el momento de su declaratoria como ciudad, acontecimiento producido el 29 de septiembre, con la llegada del Gobernador de Santa Fe Pedro Antonio Echagüe para dar fuerza a la decisión. No obstante, el seguimiento de

Crónicas del año 1907. Por Federico Antoniasi

 

            El año 1907 quedará marcado, en la historia de Casilda, como el momento de su declaratoria como ciudad, acontecimiento producido el 29 de septiembre, con la llegada del Gobernador de Santa Fe Pedro Antonio Echagüe para dar fuerza a la decisión.

No obstante, el seguimiento de las notas enviadas por los corresponsales a los diarios rosarinos y la investigación realizada en diversos archivos por historiadores interesados en los temas locales, pueden dar cuenta del desarrollo de un año muy complejo, plagado de situaciones preocupantes, de importantes logros y de disímiles perspectivas sobre el futuro de una población que estaba a punto de verificar un cambio decisivo.

Conocemos la crónica efectuada por el Ingeniero Agrónomo Francisco Fernández (hijo), profesor de la Escuela Nacional de Agricultura, que nos deja en las páginas de La Capital de Rosario un balance de la situación de Casilda durante el año 1906: “el año que fenece, representa para Villa Casilda, una era de vigorosa prosperidad. Todas las manifestaciones de su vida fecunda acusan día a día, su acentuada importancia actual y diseñan la gran ciudad del porvenir. Después del Rosario y de la capital, es la primera población santafesina y supera a la última en movimiento y grandeza comercial”.

Aporta datos concretos para justificar estas aseveraciones. Entre ellos, el aumento de la avaluación de la propiedad y de la edificación. Con respecto al primer punto, se conoce que la tercera parte de un terreno en Villa Casilda, con medidas de 30 m. de frente y 40 de fondo, se transfería poco tiempo atrás en 500 pesos. Por su parte, el año agrícola muestra 90 mil hectáreas sembradas de maíz, 70 mil de trigo, 35 mil de lino. Aunque la sequía daña un poco el esfuerzo de los ganaderos, la temida manga de langosta no se manifiesta como en otros tiempos. El año que se va deja 634 nacimientos y 319 fallecimientos.

La situación educativa es muy difícil. A pesar de la existencia de 1000 niños inscriptos en las tres escuelas sostenidas por el gobierno -de los cuales algunos han sido afectados por tos convulsa y sarampión, tan frecuentes en la época-, vuelve a plantear el articulista: “el capítulo de la instrucción pública constituye una vergüenza oficial imperdonable y una bárbara afrenta a la civilización moderna. El edificio ocupado por la escuela superior de niñas, es una ruidosa tapera, un atentado contra la estética, la higiene y la misma seguridad. Han funcionado aulas en las cuales los educandos hacinados como en cárceles de antaño, viéndose obligados muchos de ellos a permanecer de pie por carencia de bancos. El material de enseñanza es de una pobreza franciscana: diríase que se vive en el corazón del chaco. Son dignos de un aplauso los meritorios y nobles esfuerzos realizados por el personal enseñante, tendientes a subsanar en algo la desidia y abandono incalificable de la superioridad”. Según el censo levantado poco tiempo después, más de la mitad de los niños en edad escolar no reciben instrucción.

Precisamente, nos enteramos por la corresponsalía del 12 de enero: “con toda normalidad desempeñan su cometido desde esta mañana, las numerosas comisiones que levantan el censo de las personas que habitan la planta urbana de este pueblo”. Según los informes brindados al diario rosarino ya citado, se arroja un total de 10.102 pobladores, siendo la tercera localidad de la provincia y colocándola en condición de obtener su autonomía municipal.

La nueva Comisión de Fomento realiza las obras de un canal de desagüe de 3500 metros con más de 10 puentes. Por su parte, edifica un corralón para depósito de carros y herramientas y se dispone a construir el pozo semisurgente con cañerías, bombas y depósito de agua con capacidad para 42 mil litros, para el servicio de riego. En febrero ya están preparados los carros de riego y solamente faltan arreglos técnicos en el nuevo pozo para comenzar a brindar un servicio más eficaz.

Alertada por la situación educativa, la autoridad comunal busca la mejora y el aumento de las escuelas existentes. Además, se pide también el aumento del personal del correo, que muy a pesar de su esfuerzo y voluntad, no llega a cubrir la creciente demanda del vecindario. A principios de 1907, la firma Sauberán y Capdevielle solicita permiso gubernamental para la concesión de una línea telefónica de Villa Casilda a Arteaga, que no conocemos si llega a otorgarse.

En la vida política, la información dada por Fernández manifiesta una situación muy característica del momento, en Casilda, en Santa Fe y en el país: “en prácticas electorales y vida democrática lejos de haber conquistas, la regresión reinante es manifiesta”. Otro gran problema es el del peligro por los rateros que cada vez con mayor frecuencia ingresan en las casas, amenazando la tranquilidad pública. No es la única preocupación de las fuerzas policiales: a principios de febrero, “una casa donde funcionaba un billar y una ruleta, y donde se estafaba sin recato a las personas que acudían a ella, se ha trasladado al pueblo Arias, provincia de Córdoba. Esto se debe a una prohibición terminante del jefe político del departamento”.

1907-Habla el Gobernador Pedro Echagüe en la cena de honor de Casilda ciudad.

 

Para paliar tal estado de cosas, el Jefe Político del Departamento Caseros Salvador Maldonado, trabaja en la formación de un escuadrón de seguridad, con el objetivo de dar mayor vigor a la autoridad policial. Poco tiempo después, se comunica un peligroso acuartelamiento de los agentes locales, sin que se llegue a conocer el motivo de la medida. Otro asunto desvela a Maldonado y lo impulsa a promover un importante adelanto cultural: la organización de una banda de música policial, que pueda amenizar con sus retretas las jornadas veraniegas en las plazas Casado y San Martín. A principios de febrero las noticias son de lo más halagüeñas: “la banda de policía recientemente creada, contribuye a que los domingos por la noche la plaza se vea extraordinariamente concurrida”. Ensayos y actuaciones quedan a cargo del Profesor César Mastroiacovo.

Al mismo tiempo, digna y alegremente se celebra el carnaval, el último de la Villa, que pronto pasará a ser ciudad. Se acuñan medallas para comparsas y máscaras y se despliegan sin pausa las comisiones de corsos y bailes.

Situaciones de incertidumbre parecen vivirse en el Club Social y en el Hospital, donde hay rumores de renuncias de las respectivas autoridades a sus cargos. Más grave aún será a lo largo del año el conflicto en la Escuela Nacional de Agricultura, tras la decisión de levantarla, declarar la cesantía de los docentes y remitir los estudiantes a centros cercanos. Finalmente la medida no se cumple, pero la Escuela es rebajada a la categoría de Chacra Experimental de la Nación.

Es también un período edificador: en agosto nace el Club Atlético Alumni, para incentivar la práctica futbolística y también comienza a revertirse el drama educacional con la decisión de instalar una escuela en las inmediaciones de la estación ferroviaria, en La Toscana, que más tarde será conocida con el nombre de Manuel Dorrego.

Entre marchas y contramarchas, en una sociedad que pulsa día a día sus numerosos conflictos, se dan las condiciones para el traspaso a la categoría de Municipalidad. Dice la crónica, en los inicios del año: “confíase en que la venida del gobernador coincidirá con la ley declarando ciudad esta importante colonia”. Los tiempos se dilatan, ya que Echagüe responde, a la invitación de las fuerzas vivas locales, que no podría realizar la visita hasta el mes de abril. Las hojas del calendario siguen cayendo y finalmente el acto se consagra en septiembre, con la tan ansiada llegada del primer mandatario provincial.

Un número especial del periódico El Porvenir regala a la posteridad una muy completa semblanza de la flamante ciudad. Por una jornada, las tensiones parecen desaparecer y el vecindario realiza su recorrida triunfal por el poblado, acompañando dirigentes, visitando instituciones, celebrando con almuerzos, cenas, juegos y bailes. Al día siguiente la rueda vuelve a girar… y la historia se sigue escribiendo.

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