Gracias a la permanente colaboración del Prof. Federico Antoniasi, quien puedo rescatar los datos de la colocación del Puma en la Plaza “Casado de los Niños”, afirmamos que la misma se concretó el 9 de Julio de 1963. El próximo 9 de Julio, el Puma cumplirá 59 años en la Plaza.
La nota anticipando este hecho, fue publicada en “La Voz del Pueblo” en la edición del 29 de junio de 1963 en la tapa, bajo el título “Grupo Escultórico”. A continuación la crónica de la fecha:
“Habíamos informado que de acuerdo a los loables propósitos de las distintas comisiones oficiales de Fiestas Patrias y de la Se-mana de Casilda, los beneficios que hubieran podido registrar estas celebraciones, pasaban a engrosar una cuenta especial destinada a lograr la reposición del Grupo Escultórico que existía en la Plaza Casado – la de Niños – que aparte de constituir un motivo de atracción, le daba mayor belleza y realce. Este objetivo está a punto de concretarse. Como primicia, adelantamos que en estos días se colocará un Puma (Ja-guar Americano) de piedra, el que será inaugurado oficialmente dentro de los actos que se programan para el 9 de Julio.
Aplaudimos la próxima realidad de un esfuerzo común….”
En la crónica del 13 de julio del 63, se refleja la importancia de los actos en la fecha patria y de la inauguración del Puma, que a partir de esa fecha, pasó a ser un ícono de los Casildenses.
El Comisionado Municipal (Intendente) era Egino Gherardi (Demócrata Progre-sita).

Repercución:

La incorporación del Puma en el logo de “La Voz de Casilda”, tuvo excelente aceptación por parte de los lectores.
En las redes sociales de nuestro periódico, el público se mostró sorprendido y varios rememoraron su infancia de haberse subido a la estatua del icónico animal.

Ciervos Móviles en la década del ´40

El Prof. Federico Antoniasi también encontró en archivos, que en la Plaza Casado de los Niños existían en el año 1945, tres estatuas móviles de ciervos ó venados, que aparentemente eran trasladados dentro de la misma plaza.
En exclusivo mostramos el dibujo de la época, realizado por un artista que cuesta reconocer su firma, y aparentemente sería E. Tortosa.